Ghost(net)buster en los Países Bajos

Con la puesta en marcha del centro de reciclaje Healix en Maastricht, Países Bajos, el fundador Marcel Alberts ha declarado la guerra a las llamadas redes fantasma. Estos son restos de redes de pesca flotantes y cuerdas que contaminan los océanos del mundo, que lamentablemente son muy familiares por las fotos inolvidables de tortugas marinas u otras criaturas marinas atrapadas en ellas. Utilizando tecnología de última generación para el reciclaje de plásticos, el objetivo es convertir este residuo lineal en un producto in situ y crear una economía circular. A la vanguardia de la cadena de proceso se encuentra una trituradora de un solo eje WEIMA W5.22 con accionamiento hidráulico.

Animales como las tortugas marinas quedan atrapados en las redes de pesca sobrantes que contaminan el océano.

El visionario Marcel Alberts era cada vez más consciente del problema del plástico marino y decidió hacer algo al respecto. El inteligente emprendedor de Maastricht ganó previamente dos décadas de valiosa experiencia en la industria textil y de fibras, que puede utilizar a su favor para su proyecto que está muy cerca de su corazón. Luego, en 2020, fundó Healix.

Su idea es a la vez simple y ambiciosa: Recolectar redes, cuerdas y cordeles desechados y rotos de la pesca y la agricultura para reciclarlos. Desafortunadamente, hay más que suficientes de ellos. Healix afirma que las redes fantasma representan al menos el 30 por ciento de la gran mancha de basura del Pacífico. Ese es el tamaño de Francia, multiplicado por tres.

Las fibras de plástico abandonadas, en su mayoría PP y HDPE, adquiridas en los centros de recolección nacionales, se utilizan para crear algo nuevo. Los residuos plásticos incluyen redes de pesca, productos de embalaje como bolsas grandes, cuerdas, especialmente hilo resistente al desgarro y otros materiales a base de fibra de la industria agrícola.

Las redes fantasma trituradas se utilizan para crear algo nuevo.

No pasaron ni dos años desde la idea original hasta la puesta en marcha del centro de reciclaje. Según Healix, el monto de la inversión fue de alrededor de diez millones de euros. Una empresa insignia adecuada de la que incluso Frans Timmermans se dio cuenta en su papel de Comisionado del Clima del Green Deal. Él, por lo tanto, asistió a la inauguración como invitado especial.

El objetivo de Albert de transformar anualmente hasta 6.000 toneladas de plástico marino en granulado con Healix es también una señal para el resto de la economía y la sociedad. "Con mucho coraje, compromiso y los socios tecnológicos adecuados, nos hemos acercado un poco más al sueño de una economía circular y un continente climáticamente neutral", dice Albert.